AQUELLA RADIO ORIHUELA….

Por

Juan José Sánchez Balaguer

(Publicado en la revista oficial de Fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos de Orihuela. Año 2021

 

Componentes de la primitiva Radio Orihuela

 

 

Permítanme que inicie este artículo con un resumen jurídico-político que ayude a situar mejor en su contexto el tema que nos ocupa.

La primera disposición que promulga el Régimen de Franco en relación con las emisiones radiofónicas en España lleva fecha de 6 de octubre de 1939, seis meses después de finalizada la Guerra Civil. En virtud de esta Orden del Ministerio de la Gobernación que regula las emisiones radiadas en el territorio nacional, las emisoras quedan bajo el control de las jefaturas provinciales o locales de la Delegación General de Propaganda, dependiente de la Vicepresidencia de Educación Popular. Se establecía en el artículo primero que la programación de todas las emisoras de tipo comercial quedaba sometida a censura previa de F.E.T y de las J.O.N.S. (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista), mientras que los servicios informativos correspondían en exclusiva a Radio Nacional de España.

Concretamente, el artículo 2º de la disposición decía: “Ninguna emisora de tipo comercial, a excepción de las Baleares, Canarias y plazas y zona de Marruecos, podrán radiar más noticias que las que se refieran a acontecimientos que hayan tenido lugar en la provincia o región, siempre éstas con censura de las Jefaturas Provinciales o Locales de Prensa”. El artículo 3º determinaba: “Para noticiarios generales, y especialmente de asuntos internacionales, todas las emisoras del territorio nacional, con excepción de las Baleares, Canarias y plazas y zona de Marruecos, conectarán con la emisora de Radio Nacional en Madrid a las horas que el Departamento de Radio de la Dirección General de Propaganda designe”. Y el artículo 4º admitía una excepción: “Este Departamento podrá autorizar a las emisoras de regiones extremas a radiar, con las debidas garantías, noticiarios generales propios, en el caso de que por razones técnicas resultara deficiente la retransmisión desde Madrid”. La disposición entraba en vigor el 15 de octubre de 1939.

Un posterior Decreto de 14 de noviembre de 1952 adaptaba a las normas fundamentales del nuevo régimen español la Ley de Radiodifusión de 26 de junio de 1934 y disposiciones administrativas que la desarrollaban. El artículo primero clasificaba la Red nacional de Radiodifusión en tres clases: nacionales, comarcales y locales, en función de la potencia (según fuera, respectivamente, superior a 20 kw, en onda media; comarcales, hasta 5 kw; y onda normal; y locales y de onda larga o corta, cuyas condiciones quedaban sujetas a posterior regulación). Las emisoras nacionales eran propiedad del Estado y la gestión de sus programas correspondía a la Administración Radiodifusora Española. Las comarcales también eran propiedad del Estado y su programación podría ser gestionada por la Administración o arrendada, mediante concurso, a empresas mercantiles, constituidas con arreglo a determinados requisitos.

Mediante Decreto de 11 de agosto de 1953 se regulaba el régimen jurídico de F.E.T. y de las J.O.N.S, en materia de radiodifusión, por lo que su labor se desarrollaría, a partir de entonces, a través del Ministerio de Información y Turismo. En el preámbulo del texto se decía, entre otras cosas: “…sin hacer dejación del principio que señala la misión esencial y privativa del Estado en la dirección e intervención de toda clase de propaganda radiada, se delega la función radiodifusora, respecto de los fines de F. E. T. y de las JONS, en órganos propios del Movimiento, conservando una intervención a través de la cual el Estado cumplía sus fines peculiares y abriéndose así los cauces legales necesarios para que en lo sucesivo discurran conjuntamente las actividades políticas que se refieren a la radiodifusión”.

El artículo 2º ordenaba a la Secretaría General del Movimiento agrupar, dentro de la Red Nacional Radiodifusora del Estado, todas las emisoras dependientes de su Servicio de Radiodifusión, cuyas instalaciones, administración y mantenimiento estarían a cargo de una Delegación, designada por dicha Secretaría General, con un representante del Ministerio de Información. Y el artículo 3º disponía que las emisoras pertenecientes a Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. se estructuraban dentro del futuro Plan Nacional de Radiodifusión del Ministerio de Información, “con arreglo a las condiciones de emplazamiento, instalación y funcionamiento que se establezca por el mismo”. Las estaciones de F.E.T. y de las J.O.N.S. podrían emitir en frecuencias específicas de onda media, reservándose también dos frecuencias de onda corta; los programas quedaban sometidos a la previa aprobación de la Dirección General de Radiodifusión y los nombramientos de directores de cada emisora se efectuarían por el Ministerio de Información, a propuesta de la Secretaría General del Movimiento (art. 5º).

Con fecha 4 de noviembre de 1954, aparece una Orden conjunta del Ministerio de Información y Turismo y la Secretaría General del Movimiento para ejecución del Decreto de 11 de agosto de 1953 mediante la que se crea la Red de Emisoras del Movimiento (R.E.M.), constituida por todas las estaciones de radiodifusión dependientes de la Secretaría General del Movimiento o de cualquiera de sus servicios. En el plazo de cuatro meses, esta Secretaría tenía que redactar un proyecto de Reglamento, que sería autorizado por Orden ministerial conjunta con el Ministerio de Información y Turismo (art. 2º). Las emisoras de la R.E.M. no podrían ser cedidas ni arrendadas a ninguna institución ni a ninguna persona física o jurídica (art. 3º). La Secretaría General del Movimiento quedaba obligada a comunicar, en el plazo de un mes, las emisoras que en ese momento estaban en funcionamiento, con sus indicativos y demás datos técnico, así como las que existan en periodo de prueba, instalación o proyecto para que el Ministerio de Información y Turismo resolviera al respecto, a propuesta de la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda (art. 7º). Finalmente, la censura previa de los programas de las emisoras de la Red del Movimiento sería realizada “de acuerdo con las normas que se dicten por la Dirección General de Radiodifusión” (art. 12). En aquel momento existían 48 emisoras del Movimiento, en su mayoría de onda corta, que además de transformarse en onda media cambiarían su indicativo y se agruparían bajo la denominación La Voz de...

 

LA VOZ DE ORIHUELA

 

En la primavera de 1952 había echado a andar en Orihuela, dentro de la R.E.M., la emisora nº 24. Se ubicaba en la calle Mayor, en el mismo edificio donde estaban la Jefatura Local de Falange, la Sección Femenina y -en los bajos- el bar del Hogar del Camarada. Era su director Luis Cartagena Soriano (alcalde de la ciudad) y administrador José Antonio Espinosa Paredes. Los primeros locutores fueron Francisco José Martínez Gimeno, Lola Martínez Gimeno y Magda Martín Lacárcel. Después se incorporaron a la plantilla José Luis Ezcurra, Andrés Lacárcel Ramos y Amparo Martínez Gimeno. Eran técnicos de control y alta frecuencia: José Ramos y Manuel Ortuño (El Ramblero).

Como colaboradores figuraban Francisco Martínez Marín, José Torres López, José Joaquín Hernández Quixano, Tomás Quesada, Manuel Cañizares, Trino José Sánchez, Joaquín Ezcurra y Emilio Bregante. Esporádicamente, en los inicios, se desplazaban hasta Orihuela Colombo y Moltó, dos actores de la emisora de Alicante, que hacían programas con Lola Martínez y Magda Bonafós.

En alguna ocasión, bajo la dirección de Pepe Torres, leían pequeños relatos Antonio Colomina Riquelme, José Céspedes Moñino y Manuel Roberto Leonís, quienes más tardes formaron el trío Orcelis (Leonís como tenor o primera voz, Céspedes como voz media o barítono y Colomina como bajo). Actuaban en los programas cara al público de los sábados por la noche, que se presentaba en el pequeño salón ubicado en los bajos de la emisora por Joaquín Ezcurra y Trino Sánchez. También cantaba allí el joven Joaquín Martínez Zambudio, recordado tenor que -tras largos años de estudio de canto que le auguraban un gran porvenir en la lírica española-, murió en un accidente de tráfico en plena juventud. Otras interpretaciones melódicas en el mismo lugar estaban a cargo de Pepe Baldó (Niño de Hurchillo), José Antonio Parra y otros muchos jóvenes que aspiraban a hacerse un hueco en el mundo de la canción.

La Voz de Orihuela emitía programación de la cadena (destacaba ‘Domingo deportivo español’, realizado desde la emisora central La Voz de Madrid por Matías Prats, Martín Navas y Perfecto Brioso), junto a otros espacios de producción propia. Entre éstos, recordamos:

Singladuras: se hablaba sobre países sudamericanos, como relatos de viajes. Intervenían Lola Martínez Gimeno, Francisco Martínez Gimeno, Andrés Lacárcel.

Teatro radiofónico: ‘Rumbo’, ‘D. Juan Tenorio’, ‘Las chicas del segundo’, ‘La herida luminosa’, ‘Yerma’. Este espacio estaba a cargo de Lola y Amparo Martínez, Andrés Lacárcel y otros colaboradores.

Discos dedicados: todos los días, como programa de continuidad. Forma muy popular de enviar felicitaciones con motivo de onomásticas, cumpleaños, Primera Comunión…

Diálogos radiofónicos: los locutores hablaban de temas variados, dando lectura a cartas que escribían los oyentes solicitando un tema. Este programa lo conducían José Luis Ezcurra y Amparo Martínez.

Del brazo y por la calle: conversaciones en la calle, con guiones y también improvisación sobre la actualidad, recogiendo quejas durante el paseo callejero. Se encargaban de ello las hermanas Lola y Amparo Martínez.

Noches de Gala: programa de actuaciones musicales en directo que se hacía en el salón de actos de la emisora (planta baja) y del que era responsable Trino José Sánchez.

Altavoz de los deportes, presentado por José Luis Ezcurra.

Lecturas de obras literarias y recitado de poemas: Amparo Martínez.

Programa infantil: participaban Pepe Torres, Paco Martínez Marín, Manolo Cañizares y Andrés Lacárcel.

Hogar: sobre temas femeninos de la época (realizado por Amparo Martínez).

Cinelandia: programa dedicado al séptimo arte, también a cargo de Amparo Martínez.

Otro programa muy escuchado era la tertulia titulada “Don José, Pepe y Pepito”, a cargo de Pepe Torres (‘Jotolo’), José Joaquín Hernández Quixano (Quiquí) y Manolo Cañizares. Se completaba la programación con “Una entrevista cada semana” a personajes conocidos. Y ‘Serenata en la noche’ (sábados a última hora del año 1958), en la que semanalmente actuaban aficionados locales y finalmente se celebraba en el Teatro Circo un Festival Radiofónico (el ganador elegido por el público recibía 1.000 pesetas y una copa, y los restantes finalistas 600 pesetas y los correspondientes trofeos). Entre 1954 y 1964 –en época de primavera- no faltaban emisiones dedicadas a la poesía de Miguel Hernández que presentaban sus colaboradores José Torres López, José Joaquín Hernández Quixano, Joaquín Ezcurra y Francisco Martínez Marín. También tenían su espacio las actuaciones de los colegios de la ciudad; sin olvidar a la Compañía Lírica, dirigida por el maestro Bienvenido Espinosa.

Estaba abierta la emisora a nobles causas, como la recogida de ayudas para los necesitados a través de “Dios en la calle”, o el célebre programa semanal dedicado al Oratorio Festivo que se emitía después de comer, a cargo de D. Antonio Roda quien, tras la sintonía del himno popularmente conocido por “Viva D. Juan” (en homenaje al fundador D. Juan Torres Silva), comenzaba: “Les habla el Oratorio Festivo de San Miguel de Orihuela. Su director, una semana más con vosotros…”. Por otra parte, Radio Orihuela celebraba todos los años la fiesta de San Antón, obsequiando a los ancianos del asilo y niños de los centros benéficos con tabaco y juguetes para terminar en el Hotel Palas con una comida a la que asistían el alcalde, obispo de la diócesis y demás autoridades. En 1957, Radio Orihuela invitó a un grupo de estudiantes franceses para que conocieran la ciudad y su Semana Santa: participaron en distintas actividades y durante su estancia fueron agasajados por las autoridades y entidades culturales.

Las emisiones de cada día se cerraban con los himnos de Falange (‘Cara al Sol’), Comunión Tradicionalista (‘Oriamendi’) y el Himno Nacional.

 

Terremoto Sarita

 

Uno de los momentos más relevantes en la historia de la emisora oriolana estuvo protagonizado por Sara Montiel. Ocurrió un día de 1956 y fue testigo de excepción Antonio Colomina, entonces un chaval que gustaba visitar a menudo los estudios de la calle Mayor: “Recuerdo que estaban esperando la llegada de Sara Montiel pero se retrasaba y el administrador de la emisora, José Antonio Espinosa, le dijo a José Luis Ezcurra que se iba a comer y que le llamaran por teléfono cuando llegara Sarita. Ezcurra se bajó a tomar un café en el bar de la planta baja y nos quedamos Pepe Ramos (en el control) y yo. De pronto, aparecieron en el estudio Sara Montiel y dos acompañantes. Inmediatamente avisé a José Luis Ezcurra, quien avisó a Espinosa, saludó a la artista y comenzó la entrevista en directo. A medida que se emitía ésta por las ondas y fue corriendo la noticia, empezó a llegar gente que se aglomeró en las puertas y hasta en las escaleras de la emisora para ver y saludar a Sarita. Fue un auténtico terremoto. Recuerdo que dijo que venía de América porque iba a comenzar el rodaje de una película en la que cantaría cuplés y no podía dejar de pasar por Orihuela”.

Sin duda se refería Sara Montiel a la película El último cuplé, para la que Juan de Orduña acudió a ella porque Carmen Sevilla no pudo al estar rodando “La Venganza” con Juan Antonio Bardem. Esta circunstancia permitió a la actriz manchega su entrada en el cine español por la puerta grande, después de su larga etapa en México y Hollywood. Sara rodó el último cuplé en Barcelona y, sin esperar al estreno, regresó a Estados Unidos para actuar en Yuma, por lo que el éxito de El último cuplé la sorprendió en América. Esta película fue muy importante para María Antonia Abad porque la introdujo en el cine musical y dio a conocer su peculiar voz. El éxito de Sara como cantante disparó la recaudación en taquilla y en la venta de discos, y dio lugar a sucesivas películas pensadas expresamente para ella.

 

Nuevo salón de actos

 

Salón de actos para programas cara al público que se ubicaba en la planta baja del edificio

 

 

En noviembre de 1957 se inauguraba el salón de actos de la emisora para sus programas ‘cara al público’, con asistencia de las autoridades locales y directivos de la cadena de Madrid, Alicante y Murcia. Bendijo las instalaciones, en representación del obispo, el deán de la Catedral, José Sanfeliú Giner, y presidió el administrador general de las emisoras del Movimiento, José Luis Alcalá Puig, acompañado del alcalde y procurador en Cortes, Luis Cartagena Soriano, director de la emisora. Estuvieron también presentes en el acto José Luis Ferrer, director de La Voz de Alicante; y los jefes de programación de la misma, Colombo y Moltó; y en representación de Radio Juventud de Murcia, sus locutores Federico Guillén y Joaquín Alix, y los técnicos Rafael Hortal y Jesús Moreno.

Según la prensa murciana, “el jefe de programación de Radio Orihuela, Ezcurra, hizo la presentación del popular locutor murciano Federico Guillén, a quien el público aplaudió calurosamente, como homenaje a la brillante campaña de su emisora en favor de Valencia. A continuación se celebró una gran serenata en la que actuaron Curro Levante –anteriormente conocido por Niño de Cartagena-, José Luis Ezcurra, popular locutor de Radio Orihuela, que entrevistó al camarada Alcalá; y Trino José, animador de las emisiones cara al público, que ha conquistado las simpatías de toda Orihuela por sus éxitos insuperables. El público requirió la presencia en escena del decorador del salón para expresarle su admiración por las magníficas condiciones acústicas de que ha sabido dotar al local”. El programa fue retransmitido por Radio Juventud de Murcia y La Voz de Alicante.

 

UN REPASO A LOS GUIONES

 

Los locutores José Luis Ezcurra Alonso y Magda Martín Lacárcel

 

 

Afortunadamente, gracias al cuidado de José Torres López y de la sensibilidad de su hijo José Germán Torres Saldaña, se han conservado en varias carpetas algunos guiones de programas emitidos por La Voz de Orihuela. Pese a estar pendiente la catalogación, la familia nos ha permitido consultarlos y reproducir –aleatoriamente- algunos párrafos de estos textos radiofónicos que merecerán sin duda un estudio en profundidad por su indudable valor para la historia de la radiodifusión oriolana.

Programa: Anaquel Latafónico.-

Sintonía: 57 con 219 B. Se emitía a las 10’30 horas.-

Andrés: La Voz de Orihuela, emisora nº 24 de la Red de Emisoras del Movimiento, presenta:

Locutora.- “Anaquel Latafónico”

Juanito.- ¿Y por qué lo presenta?

Paquito.- Hombre, lo presenta porque lo tiene que presentar. Por eso lo presenta en presentación presentada todos, o mejor decir, un jueves sí y vaya usted a saber cuando nuevamente vuelvo a la palestra que es una cosa mucho más ancha que alta y más larga que corta.

Por lo expuesto me voy a dirigir a esos hombres a los que su timidez deben su infelicidad. A vosotros, jóvenes que languidecéis de amor sin atreveros a cogerle la mano derecha a Pepita, y os digo: “!Sed audaces¡”. “Gusta más la mujer del audaz que del capataz”, dice uno de nuestros más celebrados clásicos. Y es verdad, palabra. A poco, parecéis tontos con tanto remilgo. “El rubor junto al bigote, no hace caballerote”, dice Ruperta del Rabaloche. Además, nada de regalar florecitas que se mustian en un dos por tres. Regalad bombones…

Papelandia.-

Locutora.- Radio Orihuela, presenta…

Locutor.- ¡Papelandia¡

Locutora.- El cuarto rollo de aquellos papeles idiotas.

Locutor.- ¡Papelandia!

Locutora.- Un programa dinámico…

Locutor.- ¡Papelandia¡

Locutora.- ¡Papelandia!

Locutor.- Estos cuatro vagabundos no son otra cosa que…

Tomás.- Pepe.

Paquito.- Pepito.

Torres.- José.

Trino.- Y Joselito.

Control.- Ráfaga del disco 584 A.

Torres.- Señoras y señores. Muy buenas noches.

Yo podía empezar mi perorata diciendo esto y lo otro, que sería lo bueno; pero comprenderán que una vez hubiese daño fin, se comentaría muy desfavorablemente lo mismo, que es lo que yo quiero evitar.

De los verdaderos montones de cartas que no hemos recibido estos días de descanso, he separado unas cuantas, las cuales vamos a dar contestación, ya que de otra forma el concepto diferiría mucho de lo que la realidad es.

En primer lugar, será mi compañero Pepe, el que responda esta misiva que firmada por Anselmo pregunta “si los piropos tienen precio”. Cuando quieras, Pepe.

Torres.- Pero antes debemos poner un poquito de música ambiental…

Control.- Ráfaga.

Torres.- No está mal eso.

Tomás.- Mi querido comunicante: para que se haga usted cargo de si los piropos tienen o no precio ahí va lo que se me ocurrió el otro día. Transitaba yo por los Andenes, cuando me crucé orgulloso con aquellas dos nenas, a las que piropeé solo por la curiosa intención de saber como reaccionaban…

Locutor.- Y tras la charla de esta noche, “Anaquel Latafónico”, el programa decano de nuestra Emisora y escuchado por millones y millones de oyentes pero menos después de ofrecer el capítulo decimonono del drama de casa y bigote y con un poco de estrambote titulado: “Federica de Bramante o las florecillas del fango”.

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Programa: “Micrófono revuelto”

Sintonía 2.43B.-

Torres (tarareando).- Un jueves de carnaval…….

Oye, control, avísame cuando vayas a darme paso, con alguna antelación no vaya a suceder lo del otro día…Enciende la luz roja…¿Cómo? No te entiendo…¿Qué estamos saliendo hace rato…? Qué manía la vuestra de no avisar! Está bien. Trataré de subsanar el lapsus. Señoras y señores. Están sintonizando a la emisora La Voz de Orihuela en su semanal programa “Micrófono revuelto”, que todos los jueves les ofrecemos a esta misma hora. Les ruego perdonen la negligencia tenida por nuestro compañero del Control, que nos ha dado paso sin el debido anuncio. Ahora bien, eso que se han ganado ustedes, ya que habrá podido escuchar, o por mejor decir, tararear, esa antiquísima canción que recordaba los jueves de carnaval y que cantaban nuestras abuelas y algunas madres y chachas un poquito ancianas.

Pero la verdad, al que han fastidiado ha sido a mí, un servidor de ustedes, ya que aguardaba a mis colaboradores de esta noche para que diese comienzo la emisión, y ahora, en su ausencia, no es cosa de interrumpirla. Trataremos de llenar los minutos hasta que vayan apareciendo, si es que aparecen, y llenar el espacio de tiempo que tenemos comprometido.

Ruego –de nuevo perdonen-, si me tienen que soportar a mí sólo. Pero así son las cosas de la Radio. A la hora anunciada, hay que saltar a la palestra. Y aquí estamos, para que no puedan llamarnos la atención.

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Programa: “Hojas rancias” (Pepe Torres y Manuel Cañizares).

Escuela de Tauromaquia

Control.- Ráfaga

Disco: “Más madera”. Efecto de campanilla.

Señor 1º.- ¿Qué deseaba, señor?

Señor 2º.- Vengo por el anuncio que han puesto ustedes en el periódico que dice: “!Padres de familia¡ Aumenten copiosamente sus ingresos en las horas libres¡”.

Señor 1º.- Eso es. Consiste en una cosa muy sencilla y remunerativa. Se trata de torear.

Señor 2º.- ¿Torea toros?

Señor 1º.- Precisamente. No sé de ningún caso en que la palabra torear se aplique para sacar agua de un pozo o algo parecido.

Señor 2º.- Entonces no me interesa. Tengo esposa e hijos. Y más de cuarenta años.

Señor 1º.- Eso último no tiene importancia, podría usted torear toros viejos que están más pesadotes y no corren tanto.

Señor 2º.- ¡Pero yo no sé nada del toreo. Los toros me dan mucho miedo¡

 

 

PUBLICIDAD Y DISCOS

 

Decía Ramón Gómez de la Serna: “Para tener más aire teatral, la radio tiene su cartel de anuncios que proyectan la realidad sobre el arte, evocando escaparates, calles, esquinas y aires de la ciudad, que contrastan con lo irreal”

Los fundadores de la actividad radiofónica descubrieron pronto el negocio publicitario a través de las ondas. La primera emisora española, Radio Ibérica, anunciaba ya en 1923 los aparatos ‘Iberia’ que empezaban a proliferar en los hogares de la época. La publicidad y la Unión de Radioyentes eran los sostenes económicos de la radio. Si inicialmente los mensajes publicitarios se emitían en directo de viva voz, a partir de 1929 ya se graban en discos o cintas magnetofónicas. A esta época pertenecen las primeras cuñas publicitarias, especialmente aquellas nostálgicas cancioncillas publicitarias.

En estos primeros anuncios intervienen personajes de reconocido prestigio (músicos notables, letristas célebres y actores y cantantes famosos). Anuncios que permanecieron en el tiempo fueron los del café ‘La Estrella’, los anises ‘La Praviana’ y ‘La Asturiana’, Norit ‘El Borreguito’, ‘Mistol’, el somier ‘Numancia’, el arroz ‘SOS’, o el tan tatareado flan chino ‘El Mandarín’:

:

Soy el rico flan chino El Mandarín

que he venido del Pekín de la ilusión.

Mi coleta es de un tamaño colosal

y con ella me divierto sin cesar.

Otro anuncio muy popular en la época fue el de la hoja de afeitar ‘Palmera’, cuya empresa grabó más de una docena de discos distintos. En el ámbito de bebidas alcohólicas fue muy popular el “Soberano, es cosa de hombres”, brandy de González-Biass. Directamente al grano iba el anuncio de otra conocida bodega jerezana que elaboraba el coñac ‘Requeté’:

Siempre que quieras tener alegre

el alma y la cara

el coñac debes beber

de Palomino y Vergara.

 

Una canción popularísima, que llegó prácticamente hasta nuestros días, era la de ‘Cola Cao’, patrocinador de programas mañaneros:

Es el Cola Cao desayuno y merienda.

Es el Cola Cao desayuno y merienda ideal.

Cola Cao, Cola Cao.

Lo toma el futbolista para entrar goles,

también lo toman

los buenos nadadores…

Cola Cao, Cola Cao”.

 

Sin olvidar remedios caseros para combatir el malestar

Desde que Okal he tomado

voy a ser aún más jovial,

mi jaqueca se ha calmado,

¡viva la tableta Okal¡….

O recomendaciones para una colada más eficaz:

Me he lavado el vestidito,

Yo mi blusa me he lavado,

Lo he dejado muy blanquito,

Muy sedoso me ha quedado.

Porque porque hemos usado

Norit el borreguito.

¿Qué es Norit?

Es Norit algo inaudito

para dejar bien lavada la prenda más delicada,

¡es Norit, el Borreguito¡

 

Junto a estos anuncios que llegaban a las ondas mediante los programas en cadena, la publicidad en la emisora local tenía algunos muy recordados:

 

El mejor café de Orihuela se sirve en el bar del Teatro Circo. Todo el mundo lo dice, por algo será...

Funeraria Nuestra Señora de Monserrate, Paseo Calvo Sotelo, antes Sagasta. Director propietario Luis Toboso López.

           Compre en Espinosa y no piense en otra cosa.

 

Y otros anunciaban bicicletas (Ciclos Ruiz y Lorca), Radio-Luz, Galerías Colón, La Hortícola Oriolana de José Almira Bascuñana, Química Insecticida con su producto Dori-Ol, Café Llanes, o la llegada de profesionales de la medicina a la ciudad.

Al igual que las emisoras de ámbito nacional, La Voz de Orihuela tenía sus propios concursos publicitarios. Uno de ellos se titulaba “A Alicante en Hogueras con caperuzas de La Casera”. Y consistía en reunir un determinado número de caperuzas de las que cubrían el tapón de la popular gaseosa, responder a unas preguntas que formulaba el locutor de turno y obtener de esta forma un viaje a la capital de la provincia en las fechas de San Juan.

Las Bodegas Sancho (cuyo representante en Orihuela era Juan de Dios Payá) elaboraba un brandy y el vino ‘Caribe’; patrocinaban a diario -13’30 y 19’30 horas- un concurso para promocionar el Coñac ‘Majestad’, con premios en metálico y de productos de estas bodegas de Montilla.

Con motivo del Día Universal del Ahorro del año 1957, Radio Orihuela organizó el primer certamen “A la cultura por el ahorro”, patrocinado por la Caja de Ahorros de Ntra. Sra. de Monserrate, en el que participaron numerosos colegios de la Vega Baja. Resultó vencedora la niña oriolana María Maravillas Leonís Ruiz, que fue premiada con 3.200 pesetas y una beca para cursar estudios superiores.

Otra fuente de ingresos de la emisora eran los discos dedicados, sección en la que podíamos encontrarnos con mensajes del siguiente tenor: “Atención Vereda de Liorna, para Finita, la niña más guapa, de sus abuelos, en el día de su santo”. “Para Antoñita, en el día más feliz de su vida en el que tomará el Pan de los Ángeles, de sus padres”. “Atención Vereda Buena Vida: para Conchita, de quien ella ya sabe”. “Para Mari Carmen, de sus padres, en el día de su petición de mano y toma de dichos”.

En la discoteca de la emisora, además de música clásica, había canciones de todos los estilos, entre ellas –dejemos constancia a título meramente orientativo- de Rafael Farina (Vino amargo, Las campanas de Linares), Pepe Pinto (Menos faltar a mi madre, Trigo limpio, Como mi madre ninguna), Lola Flores (A tu vera; Pena, penita, pena, La Zarzamora), Pepe Blanco y Carmen Morell (Me debes un beso), Antonio Molina (Soy minero, El Cristo de los faroles), Jorge Sepúlveda (Mirando al mar), Bonet de Sanpedro (Solamente una vez, Rasca Yu), Juanito Segarra (Dos cruces), Joselito (El pájaro amarillo, Campanera, Doce cascabeles, El huerfanito), José Guardiola (Verde campiña, Cabaretera, Camino Verde, Se va el caimán, El tiroliro)), Lorenzo Santa María (Para que no me olvides), Dúo Dinámico (Quince años tiene mi amor, Guardamarina soy, Perdóname, Somos jóvenes, Eres tú, Locamente te amaré, Amor misterios), Los Cinco Latinos (Quiéreme siempre, Recordándote), Antoñita Moreno (Sortija de oro), Conchita Bautista (Qué bueno, qué bueno), Karina (El baúl de los recuerdos), Los Stop (Corazón contento), La Niña de la Puebla (Pasión gitana, En los pueblos de mi Andalucía). Juanita Reina (Lola la piconera, Capote de grana y otro), Manolo Escobar (Yo soy un hombre del campo, El Poronpompero, Ni se compra, Castillos en el aire, Embrujo de España). La discoteca se controlaba mediante un sistema de fichas ordenadas por autores y títulos, guardados en un mueble-archivador de madera.

 

HACIA LA CLAUSURA

 

La transformación de emisoras locales de onda media en otras de frecuencia modulada no se llevó a cabo –por “razones muy diversas”- en el plazo establecido por Decreto de 8 de agosto de 1958. Es por ello que el Decreto 2829/1963, de 24 de octubre (Ministerio de Información y Turismo), considera que se hace preciso dictar normas de carácter transitorio para regular la situación sobrevenida y dispone en su artículo 1º “Se declaran caducadas cuantas licencias, permisos o autorizaciones de cualquier clase, sean expresas o tácitas, hayan sido concedidas para funcionar en onda media, a las emisoras que no tengan la calificación y régimen de comarcales”. Antes del 1 de abril de 1964 las emisoras a que se refiere el artículo anterior, debían razonar por escrito ante la Dirección General de Radiodifusión y Televisión las causas que les habían impedido su transformación en F. M. (art. 2º) y las emisoras autorizadas provisionalmente para emitir en onda media debían presentar los proyectos para su transformación en F. M. antes del 1 de enero de 1965, siendo clausuradas en caso contrario.

El Decreto del Ministerio de Información y Turismo 4133/1964, de 23 de diciembre, aprueba el Plan Transitorio de Ondas Medias que aborda “la urgente necesidad de reducir el número de emisoras para introducir un principio de orden en la realidad radiofónica actual”, según se indica en el preámbulo, al tiempo que se considera como “única posibilidad de organizar nuestra Radiodifusión, conforme a los principios universalmente admitidos, y de acuerdo con las normas incorporadas a los Convenios Internacionales”, la transformación de las casi totalidad de las emisoras en otras que transmitan en ondas métricas con modulación de frecuencia.

En consecuencia, el Plan transitorio de Radiodifusión en ondas medidas fija en su artículo primero el número y características para la Península, Baleares, Ceuta y Melilla, por un lado, y para Canarias por otro. Para Radio Nacional de España y Radio Peninsular se reservan quince emisoras (ampliables por acuerdo del Consejo de Ministros), con la potencia establecida en el Decreto de 14 de noviembre de 1952. El número máximo de emisoras comarcales del Estado se limita a las nueve que se encontraban en funcionamiento, con la misma potencia ya autorizada. Las condiciones del arrendamiento de la programación de estas emisoras a entidades privadas y la subsistencia del mismo quedan sujetas a las normas específicas anteriormente publicadas.

En cuanto a las Emisoras del Movimiento, se establecía que podrían continuar en servicio: dos en Madrid (una correspondía expresamente a la Organización Sindical) y una en cada restante provincia española (la potencia sería de hasta 20 kw en Madrid y las restantes, hasta 2 kw). Por lo que se refiere a las emisoras de la Comisión Episcopal (dependientes de la Iglesia Católica), el número máximo que podrían continuar en servicio eran: una en Madrid y otra en cada una de las restantes provincias, con potencia de 20 kw para la emisora central y hasta 2 kw para las demás. A las emisoras locales de empresas privadas con concesión originaria otorgada por el Decreto de 8 de diciembre de 1932, el Ministerio permitiría durante la vigencia del Plan Transitorio su subsistencia “en condiciones que no superen las de la concesión otorgada por Decreto de 8 de diciembre de 1932 y las que les hayan sido fijadas por autorizaciones posteriores de la Administración”.

Para Canarias, el Plan transitorio de Radiodifusión en ondas medias, asignaba dos emisoras a Radio Nacional de España (ampliables por acuerdo del Consejo de Ministros), con una potencia máxima para cada una de acuerdo a previsto en el Decreto de 14 de noviembre de 1952. A las emisoras del Movimiento se permitía continuar con un máximo de tres, mientras que las emisoras de empresas privadas anteriormente autorizadas, se establecían un máximo de dos frecuencias.

El art. 2º del Decreto advertía que las autorizaciones otorgadas al amparo de esta normativa tenían el carácter de provisionales y se entendían condicionadas a lo que se disponga en el definitivo Plan Nacional de Radiodifusión. El mismo artículo facultaba a la Dirección General de Radiodifusión y Televisión a fijar para las características técnicas (emplazamiento, potencia, frecuencia, horario de servicio, etc.) de cada emisora. Y se disponía también que la programación de todas las emisoras quedaba “sometida a las disposiciones vigentes en esta materia y a las que se dicten posteriormente”. Finalmente, mediante el artículo 7º se imponía a los organismos, instituciones o empresas autorizadas para prestar servicio con emisoras de onda media a radiar simultáneamente con una estación de frecuencia modulada durante un horario de igual duración al autorizado para el servicio de onda media.

Con este Plan transitorio, quedaban condenadas al cierre todas las emisoras locales -entre ellas la de Orihuela, perteneciente a la Red de Emisoras del Movimiento- no contempladas en el Decreto, tal y como se consumó con la Orden de 12 de abril de 1965 (Ministerio de Información y Turismo) donde se enumeraban expresamente las autorizadas a cada uno de los organismos públicos del Régimen y a las empresas privadas con derechos adquiridos.

No obstante, el Decreto 1876/1965, de 24 de junio, regulaba el régimen jurídico del ejercicio de la función radiodifusora en frecuencia modulada y dejaba una posibilidad abierta para quien quisiera y supiera aprovecharla. Justificaba el Decreto en el preámbulo que el sistema de emisión en ondas métricas y modulación de frecuencia daba un mayor margen de posibilidades que en onda media por las propias características técnicas del mismo “y por haber sido asignadas a España cierto número de frecuencias en banda comprendida entre los ochenta y siete como cinco y cien megaciclos/segundo”. El artículo primero dispone que el Ministerio de Información y Turismo, a propuesta de la Dirección General de Radiodifusión y TV, podrá autorizar discrecionalmente la instalación y funcionamiento de emisoras en ondas métricas y modulación de frecuencia (frecuencia modulada), “en las condiciones y previo el cumplimiento de los requisitos establecidos en el presente Decreto”.

Según el artículo segundo, las autorizaciones, que debían publicarse en el Boletín Oficial del Estado, tendrían el carácter de “provisionales e intransferibles” y se entenderían sometidas a las normas que en su día establezca el Plan Nacional de Radiodifusión y su plazo de vigencia no sería en ningún caso superior a tres años, prorrogables por otros iguales o inferiores, “en las condiciones que se precisen en la correspondiente resolución ministerial”. Como puede observarse, las nuevas autorizaciones quedaban pendientes del libre albedrío de la autoridad competente.

El artículo cuarto del Decreto determinaba el orden excluyente de preferencia para solicitar la correspondiente autorización: Primero, las instituciones que deseen sustituir a las emisoras de onda media que fueran clausuradas conforme a lo dispuesto en el artículo quinto del Decreto 4.133/1964. Segundo, las Universidades e instituciones culturales superiores. Tercero, cualquier persona física o jurídica.

En teoría, ello permitía que cualquier emisora de onda media suprimida pudiera continuar su actividad, siempre y cuando lo hiciera en frecuencia modulada. Pero el inconveniente era que, en aquel momento, todavía no existía una adecuada comercialización de aparatos receptores para el nuevo sistema. Ante esta realidad, fueron muy escasas las solicitudes de autorización.

En cualquier caso, ninguna persona física o jurídica podría explotar o controlar más de una emisora en ondas métricas y modulación de frecuencia que cubra sustancialmente la misma área de servicio (art. séptimo) y el régimen de programación y publicidad de estas emisoras quedaba sometido a las disposiciones vigentes en la materia, “reservándose el Estado la radiodifusión informativa, de acuerdo con las normas en vigor”.

Ante esta situación –y sin muchas ganas de la autoridad competente para buscar soluciones- la emisora se clausuró el 22 de julio de 1965 y los trabajadores pasaron a formar parte de la plantilla de La Voz de Alicante. Concretamente: Amparo Martínez Gimeno, Magdalena Martín Lacárcel, José Luis Ezcurra Alonso (locutores); Conchita Ramos Cascales (discotecaria y administrativa), Antonio Giménez Rocamora (administrativo), Manuel Ortuño Ortiz (técnico de sonido), José María Ramos Cascales (técnico de alta frecuencia). Doce años habrían de pasar hasta que Orihuela tuviera nuevamente un medio de radiodifusión. Pero esta historia queda para contar otro día…

BOE 7-X-1939.

BOE 26-11-1952.

BOE 18-9-1953, declarado vigente por el Decreto de 3 de octubre de 1957. BOE 12-11-1954.

Agradezco a las hermanas Martínez Gimeno sus valiosas aportaciones, al igual que a José Manuel Espinosa Fenoll la interesante documentación hemerográfica facilitada para completar este trabajo.

Francisco Martínez Marín, Yo, Miguel, Orihuela, 1972, p. 251.

 Línea, Murcia, 29-XI-1957.

 Ondas, 1-I-1928. Lorenzo Díaz, La radio en España: 1923-1997, Alianza Editorial, Madrid, 1997, p. 202.

BOE 8-11-1963.

 BOE 30-12-1964.

 BOE 20-4-1965.

 BOE 12-7-1965

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